LA FIGURA DEL NARRADOR
Fotograma Comienzos https://youtu.be/_SFdRf_t0oo
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¿Por qué cuesta tanto a los niños y jóvenes en las escuelas o colegios hablar de
sí mismos y hablarse a sí mismo?
¿Por qué la escuela nos enseña a usar palabras prestadas
y no a usar las propias?
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Nuestros colegios públicos son lugares liminales donde confluyen diversas realidades y con ellas infinitas experiencias de vida. Los hijos y las hijas de la guerra, del hambre, del azar, de la suerte, del amor, de la esperanza, de la tierra, todos ellos en este espacio, tienen en común el enmudecimiento, muchos a lo largo de los años de escolarización se permiten la voz, amplifican su experiencia de vida y llenan el espacio de la escuela con ella… muchos tantos trasiegan edades ciegas en silencio y de esta manera como llegan se van… este silencio atroz se enquista en sus cuerpos, en sus gargantas, en sus almas como una marca infausta , sus vidas van desapareciendo en la aglomeración de “los nadie”.
Para Walter Benjamín en su texto El Narrador (1991) …siempre extrae de la experiencia aquello que narra; de su propia experiencia o bien de aquella que le han contado. Y a su vez lo convierte en experiencia de quienes escuchan sus historias. Es sabido que la figura del narrador está en caída, se deshace en cuanto el arte de narrar toca su fin. Una facultad que creíamos inalienable, sostiene Benjamín, se nos está retirando, la de intercambiar experiencias, esto significa la capacidad de ver y entender símbolos, en cuanto pierde valor la imagen del mundo exterior y el mundo ético se desfigura por la transformación de los valores culturales a formas altamente deshumanizadas movidas por intereses capitalistas.
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La escuela entonces, es el lugar por antonomasia para el reconocimiento y el fortalecimiento de esta voz. Dónde si no en la escuela, el lugar más público de lo público, el lugar de la primera socialización, el lugar donde fortalecer nuestros propios pensamientos y sentires. Quién sino el iniciador, para procurar y reconocer en los niños y jóvenes su voz. Si a la escuela se le achaca históricamente entregarse casi por completo a la trasmisión de datos, saberes inconexos, deberes ser para con el sistema, embutir, acumular, densificar información, donde suele anularse la voz propia y colectiva. Debido a ello la carencia de la voz y la dificultad para amplificar y resonar las voces de quienes hacemos parte de ella, son una realidad. Por tanto la escuela deviene en un lugar de resistencia y alteridad. En esta carencia se evidencia el desconocimiento de lo que pasa dentro de los muros de la escuela, dentro del aula-taller y de lo que llega desde la casa de cada uno. Lo aquí descrito adquiere dimensiones dramática en las regiones, en los lugares periféricos, en las geografías olvidadas por las instituciones. Volviendo al texto de Benjamín (1991):
La información cobra su recompensa exclusivamente en el instante en que es nueva. Sólo vive en ese instante, debe entregarse totalmente a él, y en él manifestarse. No así la narración pues no se agota. Mantiene sus fuerzas acumuladas, y es capaz de desplegarse pasado mucho tiempo.
(Walter Benjamin,1991, p. 6)
Esta recuperación de la voz empieza a concentrar las fuerzas dentro del aula-taller iniciador e iniciados, en la juntaza, procurando un lugar seguro, permitiendo que los cuerpos despierten y se expandan cada uno a su ritmo. Es necesario que se reconozcan en un espacio que se ocupa conjuntamente. Reconocerme es reconocer también al otro. El gesto aparece y siempre es significativo, precede la palabra y la experiencia conjunta de habitar un contexto común desde realidades distintas.
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Permitir que surja esta voz común y explote su capacidad de desplegarse, de expandirse en el tiempo y en los territorios. El re-descubrimiento de la voz, debe ser una prioridad para la escuela, es la capacidad de generar una acción que tiene el potencial de trascender a futuro y que implica reconocer en la subjetividad de cada partícipe: niña, niño, adolecente e iniciador la capacidad de cambiar las estructuras de poder.
No sabemos si la figura del narrador está en vía de extinción ¿importa acaso? en este momento histórico lo imprescindible es el auto-reconocimiento en dialogo con el otro y lo otro, es pronunciarse a sí mismo en el mundo, es contar, es romper el silencio que invisibiliza, que degrada, que invalida.
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Es permitirse la voz para aparecer contundentemente, para escribir nuevamente la historia, y demostrar a los detentadores del poder de cualquier pelambre, que somos reales, hacemos la cultura, creamos el lenguaje porque vivimos en él, damos vida al rito, conservamos la memoria, y tenemos capacidad de configurar algo más que nuestra miseria: nuestra existencia y nuestro presente.
Los Sabanales. [Archivo Mp3, Grabado por Los Corraleros de Majagual]. (2000)
https://appmusica.net/#Xwj1S9_l_I0
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De la Revelación a la Rebelación, la consonancia fonética no es vacua, al contrario está cargada de sentido, una Revelación, entendida como un momento de lucidez que deviene un instante de comprensión de algo inédito para mí y que resulta en algo importante e incluso vital en la forma que comprendo el mundo o la realidad o un fragmento de tiempo, podría eventualmente desencadenar una Rebelación que puede ser un estado de lucidez y conciencia cierta, enceguecimiento por una idea, epifanía, arrastrado por la certeza, es potencialmente transmutación, implica poner en juego el lugar “de autoridad” dentro/fuera del aula-taller. Llevar el acto artístico a la acción política.
...debe darse lugar a lo inesperado, a la improvisación consiente, a la lectura de lo inmediato, sabiendo que esto último tiene la capacidad de generar profundas rupturas con el planteamiento tradicional y la planeación como zona segura del conocimiento. Lo inesperado es impredecible y puede parecer un autosaboteo, pero es la condición esencia de la genuina creación. Bajo esta lógica atender a la creación de detonantes implica minar el camino de lo seguro, de lo preestablecido, del control, para ceder al ejercicio pleno de la creación, que siempre llega inesperada y azarosamente a sorprendernos.
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Fuente: Morrison, G, y Quitely, F (2012). Flex Mentallo, Comic. Barcelona: ECC ediciones.