PRELUDIO
ME GUSTA VER COMO LA IDEA INICIAL DE ESTE TRABAJO SE FUE TRANSFORMANDO
en el mapa genealógico que presento a continuación, en el que, texto, imagen, sonido o espacio, se relacionan para orientar la discusión del artista como pedagogo y por ende, iniciador de acción artística.
En un principio, buscaba hacer un ejercicio didáctico que sirviera de puente dialógico entre el profe de artes y sus estudiantes, sin embargo, con el trasegar de los días, las lecturas, las reflexiones y la profunda transformación de la realidad que hemos experimentado en los últimos meses, todo se ha densificado significativamente, es decir, acumulando capas de sentido que tejen una comprensión más amplia de las cuestiones que se ponen en diálogo dentro del hacer del arte, en la escuela.
Mi interés, es procurar una lectura ampliada a partir de tres entradas que se titulan Actos, los cuales problematizan los arquetipos de Maestro-Artista-Alumno- como habitantes de un territorio común: el aula –taller y la necesidad de detonar la experiencia poiética.
De esta manera, el Acto Uno –Tierra- , aborda el contexto de mi práctica, y la manera en que son entendidos los conceptos problematizados y finaliza con una propuesta para trabajar las experiencias pedagógicas o creacciones desde la triada: Detonante - Rev(b)elación - Acción.
El Acto Dos –Arder- propone cuatro temas, que considero necesarios para ser estudiados y trabajados colectivamente en la experiencia del aula-taller: El Gesto, El (no) Lugar, El Rito y el Narrador. Y presento un apartado especial con un trabajo pedagógico interdisciplinario titulado “Ser Narradores”, que surge en gran medida como parte de las reflexiones aquí expuestas.
El Acto uNo –Soplo- recoge una serie de textos e imágenes que hacen un relato de los años 2019-2020, en clave del artista en el aula. De esta manera trato de configurar otra forma de contextualizar y comprender los conceptos vitales de este mapa.
Lo invito a iniciar este recorrido en el cual se configura la presencia de un artista en su aula, permítase entrar en cada recoveco pues en ellos se guarda el sentido mismo de esta experiencia narrativa.
Lecciones de Obediencia es un proyecto de largo aliento, que en esta primera entrega, reflexiona sobre arquetipos y propone algunas estrategias para irrumpir en el aula-taller con nuevas formas de abordar la enseñanza de las artes. Entendiéndola como un ejercicio de iniciación para emprender el camino del autoconocimiento y la poiésis colectiva, en función de la revitalización de la experiencia en el cuerpo del Narrador.
No obstante, el estar atravesado por estos momentos inéditos, casi que salidos de una película surrealista: el paro del 2019 que nos convocó poderosamente con los compañeros de la maestría, en defensa de la educación pública. Y después la pandemia que aun padecemos y que me llevo, junto a mi familia, a vivir por 7 meses en la casa de campo de los abuelos en Boyacá, lugar donde concebí la mayor parte de este proyecto. La experiencia de distancia, de retiro, que entre otras, significó un
Se abre desde ya, la necesidad de convocar a colegas alrededor de un proyecto común, que permita a este cuerpo narrador irrumpir en
distintas comunidades, fortaleciendo la voz como herramienta de empoderamiento para combatir la invisibilidad y el silenciamiento, al provocar el surgimiento de los otros relatos históricos.
Como apuesta epistemológica, busca crear una dialéctica entre experiencia, referentes artísticos, fuentes populares, literarias y filosóficas, traídos de lugares y tiempos distantes, pero sobre todo, en el que diversos lenguajes converjan en pro de una forma de aprendizaje ampliada, que rompa el logocentrismo de la escuela tradicional.
Como proceso, se trató de hilvanar durante estos dos años, los detonantes que fui recibiendo en este regreso a la Universidad Nacional de Colombia, en las maravillosas referencias que llegaron y me
permitieron un grado más amplio de percepción, en particular las lecciones de escritura de la profe Nathali Buenaventura, las múltiples conexiones conceptuales de Mónica Romero, la empatía de Patricia
Triana o la serenidad del profesor Alejandro Burgos y su magnífico seminario de Aby Warburg, del cual me siento profundamente influido.
un alejamiento del aula-taller y un acercamiento a estas raíces campesinas, procuraron una mirada diferente de mi rol en la anterior cotidianidad que empiezan a configurar una nueva manera de entender mis prácticas artísticas, docentes y humanas.
ACERCA DEL ARTISTA
WILMER RODRIGUEZ SOTELO
Artista plástico y profesor, que entiende la pedagogía como práctica artística, con lo cual se pueden consolidar lazos comunitarios.
